"Cada cabeza es un mundo" amor.

Sí, una de las frases favoritas de mi madre era, "cada cabeza es un mundo".

Y es tan complicado entendernos como personas...
Son muchas las causas que nos complican, por ejemplo:

El apego, cuando nos aferramos a una persona, y tenemos miedo de perder o alejarnos, porque creemos que no podremos vivir lejos de alguien. Sin embargo nos damos cuenta que la persona a la que nos aferramos no nos quiere en su vida o simplemente le ahogamos con la nuestra, creemos que necesitamos de ella, cuando a quien necesitamos es a nosotros mismos, es decir que necesitamos conocernos, amarnos, valorarnos, antes de compartir con otra persona, a la vez entender que las ataduras lastiman, debemos dar espacio a quien nos rodea, así como darnos espacio para nosotros en el crecimiento de nuestro espíritu y vida, no podemos mandar en el pensamiento de nadie, y nadie debe mandar en nuestro pensamiento, tampoco podemos estar a fuerza con quien no nos quiere, ni tampoco podemos querer a nadie a la fuerza, no podemos permitir que nos moldeen o nos pidan hacer cosas que no queremos, como tampoco podemos moldear o hacer que alguien haga algo que no quiera.

El amor es lindo cuando al unirse dos personas se entienden y se quieren por lo que cada una es, cuando se permite invadir el espacio de alguno y a la vez manipularlo, entonces se pierde la individualidad y los problemas antes o después aparecen y si se dejan que sigan llega el hostigamiento, dolor, coraje, impotencia, etc.. surgen los celos, enojo y a la vez la enfermedad.

Por eso mi reflexión respecto a "cada cabeza es un mundo", es:
Dejemos que cada quien sea como quiera ser, permitirse convivir con las personas que queremos, sin alterar nuestra vida, no busquemos vivir la vida de otros, vivamos la vida nuestra, con las cosas que hemos construido y que nos hacen felices. Al meternos en la cabeza de otros no vivimos nuestra vida y corremos el riesgo de perder nuestra identidad y si a la vez se pretende ser como aquellos, nos volveremos títeres o sufriremos el dolor de romper con lo que sentíamos fuera amor...

Por eso busquemos el amor en nosotros mismos y conservemos la identidad, que de alguna manera las personas que quieran compartir con nosotros habrán de respetar nuestro "mundo" y la felicidad podrá ser compartida sin lastimar a nadie.

Si hay en tu camino alguien a quien quieres conocer, amar, hazlo, pero no cambies tu mundo ni lo moldees al modo de nadie, ni pretendas hacer cambiar a nadie, si en el camino te diste cuenta que hay cosas que no te gustan de aquella persona, es mejor decir adiós que sufrir la penitencia de luchar contra la creencia de cambiar o que te cambien.

"Cada cabeza es un mundo"... conserva tu cabeza, vive feliz, donde coincidan con tus ideas.

Derechos Reservados 1993-2024 © Letyalegria®