Te fuiste para siempre.

De repente la vida se vuelve oscura,
Aquellos ojos cual gemas luminosas, se cerraron;
El atardecer fue gris, lluvioso, la alegría
Calló su canto.

Aquellos brazos que le esperaban
Ante la incertidumbre, temblorosos quedaron,
Fríos, impávidos,
Se guardaron para siempre el néctar de sus labios.
No hay expresiones, el dolor las ha consumido
En el regazo de un amor incierto.

Y no bastan las lágrimas
Porque no regresará a su encuentro...
Mas esperar y buscar nuevamente el amor que durará
Mas allá de la muerte...



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