Se derrumba...

Cae la tarde y el frío se vuelve intenso, no sé si el invierno llegó o ya estaba en mis adentros, pienso en ti... te recuerdo cuando en un cálido abrazo no existía el invierno, sin embargo hoy vuelvo a sentir frío, no sé si es apatía de tu parte, no sé si te cansó el tiempo, a veces siento que son los surcos de mi piel los que no dejan que tus caricias y tus besos sigan la secuencia de este amor que ya es incierto.

Y en el tiempo que va dejando las heridas profundas de austeridad, añorando la alegría del cielo, el velo de las sonrisas, la ansiedad profunda de la pasión que daba paso a mil suspiros y en los ojos emoción, acompañando sueños de amor.

Se derrumba mi tarde en el triste sol que se esconde ante el invierno, se derrumba mi alma queriéndote encontrar otra vez como entonces, y no sé si mi Dios recuperará tus ansias hacia a mí, pero aún entre las sombras que enfrían y hacen tiritar el corazón, miro entre la maraña inconclusa del tiempo, un dejo de luz que el sol trasluce entre los recuerdos...

El recuerdo cálido de tus manos viene y suavemente se posa, entre las líneas de mis labios y entonces vuelvo a creer que reconstruirás el amor en una primavera que aunque los surcos del deshielo permanezcan, el sabor suave que nos hizo amarnos volverá a florecer aún con estos años.



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