No quiero salvarme.

Y bueno, yo no quiero salvarme, yo quiero amar,
y del amor en desborde hacer llover mis sueños,
tirar el desamor, correr descalza en la pradera
hasta sentir la fuerza que hiera mis pies desnudos,
para sentirme viva, hasta sentir con fuerza
el viento que con suavidad acaricia mi cara
y me envuelve con la brisa,
hasta sentir como la lluvia moja y me empapa
albergándose en mí, como un beso entero.

Y quiero amar así en un grito de amor,
entregando de mi ser el alma,
hasta el latido último de mi corazón
que se desgarra ante la soledad.

Y quiero posar mis labios en los labios de amor,
que en miles de besos se hinchen y se roben mis caricias,
que mis ojos se impregnen de los destellos
de los ojos que me aman,
y hacer del amor un diluvio con frenesí,
porque la soledad me apaga, y yo quiero estar viva,
porque tengo sed, y mucha agua para brindar,
y subo a mi estrella a soñar,
para en un suspiro robarme el amor...
que se me escapa.

No quiero salvarme de amar, de volver a amar.

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