Te vas, se va mi luz.

Se ensombrece la tarde, el frío se siente hasta en las entrañas, o es quizá que este viene desde lo profundo de mi alma?.

A oscuras, se quedó la calle a oscuras, las 5 de la tarde y terminó el día, sollozando entre la luz discordante de una lámpara, se tiñen mis letras buscando tu mirada.

Se quiebra la piel, no hay un terciopelo para curarla, quemando se quedó lejos tu piel que no me extraña.

Pesados se hacen los silencios, cuando la soledad de la noche socaba los desechos recuerdos, que apresuro a armar como rompecabezas y guardarlos parchados en mi cielo que viví en tu tiempo.

Rasguño las hebras de las estrellas que se formaron hoy para escribir tu nombre, acaso no entienden que te fuiste?, alumbrando fantasías que solo son resplandores, y en una chispa no volverás a ver, y mi nombre, lo quemaste entre las cenizas de la chimenea que compartí contigo.

Dulces, atesoro tus dulces recuerdos, tus sonrisas que abrazaron mi cariño.

En el letargo de la noche, intento dormir y tengo miedo, tengo miedo de encontrarte aún en mis sueños y de si voy amarte de nuevo en ellos.

Busco la espesura de la neblina que tiembla en mi cuerpo, para no verte, pero mi corazón se acelera, causa latente es tu amor, no quiero abrir los ojos, no mi amor.



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