Las palabras.

Las palabras solo deben ser dichas para construir, ayudar y enaltecer.
Nunca para destruir, humillar o entristecer.
Si no tenemos nada bueno que hablar, es mejor callar.
Lo que sueltes, regresará a ti como un bumerang, si sueltas palabras hirientes y lastimas a alguien, algún día, lo mismo regresará hiriéndote quizás al doble. Pero si tus palabras son hermosas, siempre regrasarán, dándote, las mejores alegrías.
Cuida tus palabras.

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