Abrí los ojos...adiós.

Creyendo que eras mi luz,
me adentré más en las tinieblas,
las que formaste en nubarrones
y llenaron de incertidumbres.

Pero hoy el cielo se cayó de golpe,
haciendo doler mis ojos ante su luz,
que triste fué no hallarte
pues me abandonaste y corri hacia la luz.

Te aferraste a tus quimeras,
te aferraste a irrealidades,
te aferraste a no ver el valor
que te tuve dándote mi amor.

No te encuentro, ya no te encuentro,
permaneces escondido en tu oscuridad,
quisiera que hallaras la verdad,
aunque fuera lejos de mi camino.

Frío en el alma por ti siento,
frío ante lo duro y falso de tu amor,
frío que durará no sé cuánto,
pero lejos del dolor del desamor.

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