Como un sueño.

Las sombras de la noche
Inundaron mi inconciencia;
Temerosa, frágil en esencia,
Mi ser se tornó excitante.

Mi voz, la escuchaba apenas,
Pero aquél río de mis venas,
Desbordábase en deseo profundo,
De amor y cálido abrazo.

La ilusión de llenar mi vida,
Y la necesidad de afecto latir;
Un suspiro que arrancara
Cual efecto sublime en mi sentir.

ìCuánto amor había en mis brazos!
Ternura infinita, ìquizás también!
Recuerdo que temblaban mis labios,
ìqué triste no poderlos ofrecer!.

Fue una locura, un sueño,
El deseo infinito de amar;
Mas el día por fin aclareció,
Y hoy es locura de recordar.



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