Ni noche, ni desierto.

Clavada está la noche,
trémulas estrellas pierden su brillo,
no así tus ojos que alumbran mi sino,
y termino en tus brazos mi horizonte.

Desierto nocturno que hiela el alma,
no diviso la esencia de vida alguna;
sin embargo aparecen tus manos
atrapando y haciendo vibrar las mías.

No hay noche ni desierto,
cuando te abrazo dormida enamorada,
llenas de luz y besos mi morada,
suspiros de amor llenan mi huerto.

No hay noche ni desierto,
que enfríe y oscurezca mi vida,
teniendo tu amor todo es bello,
!qué más pedir, podría!...



Derechos Reservados 1993-2024 © Letyalegria®