Siempre alegre.
Para: (mi amigo Antonio)
Un día llegaste, en mis años mozos, con tu sonrisa a flor de piel, compartimos llamadas y algunos encuentros, tú siempre optimista, sin dejar de buscarme, un día el destino nos dejó seguir rumbos distintos y pasaron muchos años.... Yo seguí mi vida, hice familia y tu hiciste por ti lo mismo. Hace poco, tal vez 2 años, reapareciste, con tu inmensa sonrisa, un poco cambiado por los años, pero el mismo de siempre, me dió gusto ver tu familia y saberte feliz, contenta estuve de haber hablado contigo... Aunque fue corto el tiempo, ésta vez te fuiste por siempre, sin embargo sé que Dios te hizo ángel para seguir iluminando con tu sonrisa.
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