Dejé ir a otros lares un ángel.
Para: Monny (mi amiga del alma)

Llegaste a mi vida en el justo momento que debía ser, me diste días maravillosos de sol, me enseñaste cosas muy bellas, compartimos tristezas, lágrimas, alegrías, risas, miramos juntas algunos días.

Estuvimos de acuerdo en muchas cosas, discernimos en algunas otras, sé que no tenías que quedarte por siempre en mi vida, sé que ahora tienes otra misión, en una alma quizá más dura que la mía, por eso no sufro, ni lamento que te vayas, porque sé que esa alma triste te necesita.

Sé que pasamos momentos muy felices y que una gran hermandad nos unía, sé que en algún momento las hojas se sueltan del árbol, y es porque cada una deben seguir su vida.
De cualquier modo sabes que nos dimos lo que necesitabamos en su tiempo, pero no me despido, porque las despedidas no existen en mi vida, el mundo da muchas vueltas, y sé que en algún momento nos encontraremos de nuevo, y sé que en ese momento, mis ojos brillarán de nuevo, no sé si los tuyos me reconozcan, sin embargo aún así te abrazaré...

Mi alma no tiene resentimientos, porque atesoré toda la luz y amor que me brindaste, los malos entendidos y los sinsabores los he olvidado.
No soy celosa y menos de un ángel como tu, y sé que tu misión ahora se entorpece con mi presencia, por eso te entiendo, y te dejo en libertad para que interactues con ella, mi deseo ferviente es que logres que su sonrisa ilumine su derredor tanto o mas de como lo hiciste con mi vida.

Y por lo tanto... te espero cuando tus alas quieran volver a posarse cerca mío, y recuerda que en mi puerta no hay cerrojos y menos para ti, no hablaremos de lo que no quieras, aquello fueron solo quimeras.
Existe un lugar en mi corazón para ti, y estaré siempre para tenderte mi mano.

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